Cuando se realiza una práctica regular, el pecho y la parte superior del cuerpo dará al yogui una apariencia de honra y estimación extrínsecos. Esta técnica de respiración es excelente para la parte baja de la espalda y para reducir la acumulación de peso no deseado, alrededor de la cintura.
Así como una persona que está durmiendo profundamente, inhala hondo y exhala, produciendo un suspiro en la parte posterior de la garganta y el pecho, como para recuperarse de un día de intenso trabajo, el yogui respira durante el día, de la misma manera, al practicar Ujjayi Pranayama. Esto se puede constatar observando a un bebé que está utilizando toda su energía para crecer sano y desarrollarse. Si se escucha el sonido del bebe se comprobará que se asemeja a un susurro suave y melodioso. El niño practica Ujjayi para llenarse con la cantidad necesaria de Prana y así madurar.
Ujjayi Pranayama es la base de una correcta respiración. Se puede utilizar durante toda la práctica de yoga o incluso durante todo el día.
En Ujjayi Pranayama el canal de la faringe y el pecho se convierte en un instrumento de viento. Debido a la constricción de la glotis, se crea un sonido áspero, como si contáramos a alguien un secreto en el oído. El practicante debe prestar atención constante a este sonido, siempre regulando la respiración, para tratar de generar la resonancia ideal.
En el yoga se acepta como una verdad irrefutable que la duración de nuestras vidas se calcula mediante la cantidad de inhalaciones que se toman por minuto. Debido a esto Ujjayi se utiliza para extender el aliento y alargar la vida. Un jadeo inestable, es un indicador de que la mente está fluctuando. Con la práctica de Ujjayi se logra frenar el flujo de aire uniformemente, la respiración se sincroniza, el tiempo se reestructura y en consecuencia, la mente claudica a este ajuste.