La esencia del elemento vinyasa en Ashtanga Yoga es la sincronización entre la respiración y el movimiento. En vinyasa, la técnica respiratoria denominada ujjayi o Respiración Victoriosa inicia el movimiento, y luego éste y la respiración fluyen al unísono. La característica de ujjayi es el suave sonido sibilante emitido durante la respiración; las inahalaciones y exhalaciones se realizan por la nariz. Como si bebiésemos el perfume de una rosa, el aire es conducido hasta la parte posterior de la gargante, donde una ligera contracción de los musculos que rodean la glotis regulando su flujo. Pero es imprescindible inhalar y exhalar la misma cantidad de veces durante idénticos períodos, puesto que esta igualdad marca el ritmo y los apectos meditativos del Ashtanga Yoga.
Cuando practicas Ujjayi descubres la relación integral entre la respiración y los bandhas; en efecto, cada uno de ellos- aque actúan como obstrucciones o sellos- aprovecha y dirige las cualidades pránicas de la respiración Victorioso. El control de los bandhas requiere un delicado equilibrio entre fuerte y suave, y su correcta aplicación liberará la respiración, provocando un efecto sumamente positivo: fuerza interna y ligereza corporal.